también depende mucho del perro, si es nervioso o no, porque si es nervioso es probable que se lance literalmente a olisquearle y chuparle la cara, pero si es tranquilo se quedará parado observarlo y luego con cautela empezará a olisquear.
Yo simplemente estaría atenta a que no le chupe, y si lo hace pues a lavarle. Porque aunque los queramos con locura nuestros perros tienen muchos microorganismos en la lengua y el bebe no está preparado para ellos, cuando lleve en casa unos meses y estén acostumbrados ambos ya será otra cosa.
La mía era un cocker muy nerviosa, pero aun así se la acerque, cogida en brazos, pero casi el mismo día, porque estaba como loca por conocerla y no la hiba a dejarla con las ganas.