Vamos a ver, con un perro miedoso hay que andar con pies de plomo, porque podríamos convertir un miedo en una fobia y fastidiar al perrito. Primero hay que encontrar de alguna manera el origen de ese miedo: algún día que alguien no conocido la pisara, la asustara...
Vamos a ir por partes: lo del coche tiene muy fácil solución: metedla en el coche y llevarla a un parque o jardín, aunque sea a 50 metros de tu casa, (es mejor empezar por distancias cortas) así ella asociará coche con calle, diversión... Poco a poco irá perdiendo ese miedo.
En cuanto a la gente: si recibís visitas, procurad que ignoren a la perra y que la perra campee a sus anchas. Si ves que en algún momento la perra emite señales de que está calmada, de que no ve ningún problema en ese inquilino, prémiala con una chuche (salchichitas), y luego poco a poco ve acercándola al extraño, para que sea el extraño quien la premie por su valentía.
Cuando consigas los resultados dentro de casa, saca el ejercicio a la calle, para que se acostumbre a los extraños de la calle.
En relación al baño: no es necesario bañar tanto a los perros, a no ser que tu perrita se ensucie mucho. Es lógico que los perros sean reacios al baño. Debes empezar por que se habitúe a los cepillados. Cuando toque la hora de la bañera, intenta meterla enseñándola un trocito de salchicha. Si se mete, la felicitas y la das otro cachito. Muéstrala la alcachofa de la ducha, y empieza a sacar agua poco a poco, prémiala por su indiferencia a la alcachofa y luego al agua, a ver si así pierde el miedo.
No pretendas resultados instantáneos, pero si ves un mínimo cambio en un sólo día con estos consejos, sigue con tu trabajo y conseguirás buenos resultados