lulita tiene toda la razón. No ocurre solo con personas, sino también con perros.
A mi me a ocurrido que con mi akita (ya que de los tres es el unico que no se iría con los ladrones) estuve jugando con una perra que estava en celo, y jugaron mogollon de rato. Al tiempo nos fuimos todos a mi casa a merendar y en cuanto la perra entro por la puerta se le echo al cuello. No para hacerle daño sino para marcar y dar a entender que el territorio es suyo.