Esta semana os cuento una noticia trágica, hay que tener poca vergüenza por parte del cazador. A las nueve de la noche del pasado día 21 de julio, una señora y su marido salieron a dar un paseo por el campo. Iban por el camino con sus perros. Según consta en la denuncia que han presentado en el cuartel de la Guardia Civil, al llegar a la altura de un descampado, Luna se tiró por un camino abajo hacia unas olivas.
El matrimonio primero escuchó el disparo. Se acercaron y se encontraron a un cazador, Fernando P.J., escondido detrás de un olivo. El hombre les dijo que la perrita se había marchado. Sin embargo, a diez metros del lugar donde estaba el cazador había un cartón en el suelo y debajo un bulto. «Al destaparla han visto que la perra estaba muerta por el disparo». El cazador les dijo que «él estaba espantando a los conejos». Tras lo cual cogió una pieza que había cazado y se marchó en un quad, sin más explicaciones.
La Guardia Civil se puso a trabajar con la descripción que facilitó la mujer y nueve días después, la Guardia Civil informaba de que se había imputado a un vecino de Baeza, Fernando P.J. por un delito contra la fauna. La imputación supone que los hechos se pondrán en conocimiento de la Fiscalía, para que se estudie si hay indicios de delito. Pero los dueños de Luna no van a esperar de brazos cruzados a que la Justicia actúe. Ellos ya están en contacto con abogados y con una asociación de defensa de los animales, Asanda, para que la ley caiga con todo su peso sobre el hombre que mató a su perrita Luna. Con la última modificación del Código Penal, el maltrato de animales domésticos se considera delito cuando la conducta es grave y se mantiene como falta el maltrato de animales cuando la conducta es muy leve y no tiene consecuencias.
El incurrir en la conducta delictiva es castigado por las leyes penales con penas de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales, que se produce cuando se maltrata con ensañamiento o injustificadamente a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico. Para los delitos más leves hay previstos castigos de multas.Esta es la victima. La perrita Luna, de un año y unos seis kilos de peso, sentada en el coche.