Zari, yo había pensado eso de grabarlo, pero joer es que es complicado, la mayoría de las veces salgo sola con el perro y entre unas cosas y otras no tengo manos para llevar la cámara. También viviendo en el barrio en el que vivo, lleno de gentuza, me da miedo hacer esas cosas, puesto que para grabarles tendría que ponerme en un lugar donde me vieran y seguro que los palos me los llevaría a pares, porque mi perro que huye de los gritos y las discusiones no me defendería...
A mi jamás se me pasaría por la cabeza pegar a un perro, pero por salvar al mío, con todo el dolor de mi corazón, luego lloraría si le hiriera al otro. Como dice Pena, no es justo que los perros paguen por las imprudencias de los dueños, y que lo mejor es arremeter contra él con la justicia, pero es tan lenta e injusta que sólo nos queda tomar la justicia por nuestra mano.