Un problema que tiene el cocker es que con su aspecto de perro tierno, dulce y con una mirada enternecedora, engaña. Mucha gente adquiría el perro de sus sueños sin saber que en realidad tiene un carácter fuerte y precisa un trato autoritario y consecuente desde su temprana juventud. Al ser tratado como un príncipe suele acabar siendo un tiranuelo, dispuesto a imponerse a bocado limpio a quien se atreva a llevarle la contraria.
Como la mayoría de las razas populares, debido a una crianza descontrolada, sufre de una impresionante serie de defectos genéticos. El que quiero destacar es la supuesta "locura" que puede padecer, el llamado síndrome del cocker rojo. Se llama así porque se da sobre todo en ejemplares de color rojo, color rojo, aunque también pueden sufrirlo ejemplares de otros colores. Los síntomas de esta enfermedad son: ataques inexplicables de agresividad, pero no una agresividad constante, sino cambios repentinos de carácter. Lo que en un momento parece ser un perro normal y agradable se transforma de repente y sin razón en un monstruo agresivo al máximo, para poco después volver a la normalidad. Muchos problemas de dominancia entre perro y dueño pueden tener unos síntomas parecidos, enfados, gruñidos muy feos, ataques, y a la vez un comportamiento pacífico. Sólo un experto puede diferenciar entre la enfermedad y los problemas de dominancia. Menciono todo esto porque la enfermedad no tiene cura, mientras los problemas de dominancia se pueden arreglar de manera agradable y eficaz en la gran mayoría de los casos. El único remedio que tiene el síndrome del cocker rojo es la eutanasia. Ahora, imagínate a un cocker con problemas de dominancia (¡que se podrían haber arreglado!) que acaba siendo víctima mortal de un diagnóstico incorrecto. Son estos perros (¡y lo hay muchos!) las peores víctimas del problema al que hice referencia al principio de este artículo: su cara de pena, dulce y enternecedora que hace que muchos acaben en manos de dueños engañados por la apariencia.
Por todo esto os digo: "Si quieres a tu cocker, dale desde un principio lo que él necesita para poder funcionar bien: disciplina, cariño y ejercicio".
Muchas veces me han preguntado si es verdad que muchos cockers son tan malos como dicen. Opino que es más de lo mismo, como la mayoría de estos perros conviven con dueños que no saben lo que hay detrás de este disfraz, acaban dando problemas de convivencia como cualquier otro perro de carácter fuerte. Lo que ocurre es que la mayoría de los perros de raza de carácter fuerte suelen ser elegidos por dueños preparados para tratarlo con cierta autoridad, al contrario de lo que sucede con el cocker.