Tengo miedo del hombre porque mata, porque pega pero sobre todo porque abandona.
Tengo miedo cuando me llama sonriente, ¡hey bonito, ven!, prefiero su indiferencia.
Hubo un tiempo en que yo era confiado y alegre, mi cola siempre risueña llena de vida.
Pero aquello pasó y ahora vago por las calles buscando algo que con que alimentarme.
Oigo como detrás de las puertas otros como yo me llaman, su voz suena fuerte, no como la mía que está cansada de gritar y ya no la escucha nadie.
Tengo miedo de aquella chica que me llama ahora, no iré, aunque su voz parece tan dulce.
Estoy lleno de mugre y huelo muy mal, sin embargo a ella parece no importarle, me sonríe, ¿es a mi?. Se acerca y no sé que hacer, parece un angel.
Me mira con tanto amor y sus manos me acarician detrás de las orejas, hacia tanto tiempo que no me tocaba nadie que creo que debo estar en el cielo.
Si adoptas a un perro le darás la vida pero el te dará mucho más a ti.