En Sur Corea se ha conseguido clonar gatitos. Aunque esto ya no es nuevo, lo que nos sorprende es que son gatitos luminiscentes. ¿Increíble?
Unos científicos surcoreanos clonaron gatos de angora turcos con una proteína fluorescente. Los siameses, que son una copia genética de su padre, logran este increíble efecto gracias a una proteína que provoca una fluorescencia rojiza en todo su organismo: piel, pelo, músculos, cerebro, corazón, hígado, riñón, páncreas, pulmones, estómago, intestinos, lengua e incluso en sus excrementos.
Para lograr que los clones brillaran en la oscuridad, se usó material proveniente de una serie de virus. A partir de ellos, se creó un vector retroviral capaz de provocar la aparición de la proteína fluorescente en los gatos. ¿Y porque virus? Los virus es lo único que se conoce que es capaz de interferir con el ADN del huésped y combinarlo o modificarlo según su patrón.
Los gatos nacieron este año pero el Ministerio de Ciencia y Tecnología sólo publicó los resultados esta semana. Deseaban esperar a ver si los gatos sobrevivían.
De los 176 óvulos transferidos e implantados a 11 gatas, sólo se desarrollaron tres fetos, de los cuales uno nació muerto. Esta clase de porcentajes son habituales en procesos de clonación de animales, en los que se considera un éxito que nazca una sola cría sana.
Los dos gatos que nacieron vivos lo hicieron los pasados meses de enero y febrero, y han crecido adecuadamente.
Ahora pesan tres kilos y tres kilos y medio, respectivamente, y lucen con orgullo felino su exclusivo color, aunque sólo pueda verse bajo luz ultravioleta. No en vano, son los primeros gatos fluorescentes del mundo.
¿Queréis alguno para reyes? Seguro que se convierte en una moda.