Nada más lejos de la realidad, son sus personajes lo opuesto a ella. Aunque en las películas aparezca como, la mala malísima, la mujer extravagante que tortura y odia a muerte a los perros, su forma de ser en bien distinta.
Solo es su profesionalidad y su buen hacer, lo versátil que una buena actriz posee, que nos confunde, atrapa y engaña.
Lejos de los escenarios es una incondicional de los perros, siempre ha tenido uno, o varios. Pero ya le viene de herencia, cuando era pequeña su familia practicaba la hermosa labor de recoger todos los perros que podían de las calles de Nueva York, así que siempre estuvo rodeada de la más variopinta familia.
Más tarde, a los largo de su vida han desfilado varios canes, todos ellos muy queridos, actualmente tiene dos. Realiza su trabajo con ellos muy cerca y tiene una web donde, por su amplia experiencia con nuestros queridos amigos, da consejos a dueños perdidos en la difícil tarea de educar a un perro.
Todo un portento de mujer, como actriz, indiscutible pero mucho más valiosa como persona.