A veces no hay que pensar tanto, los primeros que tuve, fueron esos ocho cachorrillos que nos encontramos tirados, la segunda una cocker, que nos la compramos pero no porque fuera una cocker, sino porque la vimos sola en una tienda pasando un calor en el escaparate, era muy pequeña, ni un mes tenia y ya estaba allí en ese escaparate, la mire y me enamoré de ella, me pasé todo el fin de semana pensando en ella que estaba allí solita. Y los que tengo ahora si fuí a por ellos, me encanta su caracter y todo de ellos. Claro tanto verlos en los paquetes de comida, pues es una tentación.
Haz lo que te diga tu corazón.