Hola, el problema es de jerarquía, a los perros hay que acariciarlo cuando tu quieres no cuando ellos se suben o meten el morro (es lo que hacía la cocker que tenía antes), hay que llamarlos y acariciarlos, lo que pasa que ya se que es muy difícil no ceder cuando se ponen mimosos pero es un error seguirles el juego.
No se tendría que saber más detalles. Puede que se esté midiendo(gruñidos, ladridos), con tu marido porque nota que algo está cambiando y lo de pedirle caricias es por eso, para ver si todo sigue igual si sigue mandando el.