Muchas gracias por la bienvenida hacia mí y mis amores.
Yosi tiene una historia... A Yosi lo adopté ya va para dos meses y medio más o menos, lo adopté a una persona que lo recogió de una perrera del centro de España (yo vivo en Santander), lo vio en la perrera tan chiquitín y con los lacrimales tan obstruídos que había que operárselos. Por lo visto fue el perro de unos gitanos porque esta chica se topó de bruces con sus anteriores "dueños" y el perrín se echó a temblar al verlos.
Se hizo una campaña para su operación, me lo subieron desde Madrid hasta aquí. No debe llegar a los seis meses, pero ya a aprendido a no hacer pis ni caca dentro de casa (algún pis se le escapa aún, pero muy pocas veces). Sufre transtorno de la separación, es no verme y ponerse a llorar como un loco, y el no verme a lo mejor significa que él se queda en el salón y yo estar en la cocina, la separación de una puerta. Teme ser abandonado de nuevo, cosa que nunca sucederá.
Trasgu es toda una historia por él solo. Antes de a Trasgu adopté otro Boxer, un adulto de 6 años, noble y bueno como él solo, lo tuve conmigo dos días, porque se tiraba a mis gatos con la firme intención de hacerles pasar a mejor vida, mantuve encerrados a mis michines en un baño durante esetiempo, pero eso no era vida para ellos, no era justo para ellos, que también han sufrido lo suyo. Mi hermano se lo quedó, pues a mí me remordía la conciencia hacerle pasar al perro por otro nuevo "abandono" y lo pongo entre comillas porque antes me dejaría cortar las piernas y los brazos que abandonar a un animal. Mi hermano se ha especializado en perros con problemas de comportamiento, y se hizo cargo del boxer. Pero paseando por el Paseo San Pedro de Llanes (Asturias) se encontró con un tipo que tenía la firme intención de tirar al cachorro por el acantilado por no tener papeles, que él quería uno con pedigree. Entre mi hermano y mi costillo y sin decirme nada me trajeron al perrín una tarde/noche de hace más o menos quince días. Un perro que era piel y huesos, con una apatía rtemenda que hacía pensar lo peor, es más al día siguiente lo llevé al vete y me confirmó que tenía tres patas en la tumba. Lo salvó pese a todo y aquí está, durmiendo a pata suelta con uno de mis gatos.

En cuanto a las adopciones lo más seguro es que sí que pueda hacer seguimiento de los animales que difundo,conozco bien a las personas que los suelen llevar, por lo que no es tarea difícil.