Buenas tardes a todos, mi "problema" es el siguiente: el año pasado se sumó a la familia un nuevo miembro canino, mezcla de fox terrier, de unos 7 kilos ahora que es adulto, de un año y casi tres meses. Es muy muy inteligente, con poca práctica, conseguí que se sentara, que diera la pata y que se echara, es muy muy nervioso, muy ágil, pega unos brincos que vamos...luego lo come todo pero todo, ajo, lechuga, cacas de cualquier bicho...ya sabéis, obsesión por la comida, come en tres segundos y medio, y lo peor es que tiene mucho genio, desde el mes de vida, ya tuvimos que aplicar el tumbarlo boca arriba porque se ponía muy "farruco" y conseguimos que nos respete, pero a lo que voy, es muy pero que muy CABEZON, a los perros no los dejamos entrar en la cocina, pues bien, lo intenta y lo intenta y lo intenta, lo pillas dentro, lo riñes, se tira panza arriba, pero a los diez minutos, sale de la cocina otra vez, con las orejas gachas, sabiendo que no puede entrar, pero entra!! y así todo el día...no se que voy a hacer con él, estoy probando ahora el echarlo fuera de casa a la terraza cada vez que lo pillo en la cocina, pero creo que tampoco funciona. ¿Cómo podría quitarle esa costumbre? sin tener que cerrar la puerta claro!! Lo describiría como listísimo, pero cabezón, más todavia.
Un saludo
